Un camión fue el reto que hace un año nos propusieron. Esta
tarta la hice en colaboración con mi querida madre, así que nos pusimos manos a
la obra y así quedó, un bizcocho esponjoso de naranja relleno de dulce de
leche. El sabor maravilloso, como el de todos nuestros bizcochos, el aspecto,
diferente, no todos los días te comes un camión. Por primera vez usamos el
piping gel, para aportarle el brillo a la carrocería, no quedó mal, aunque
esperamos mejorar ese aspecto. Por lo demás, ya veis que quisimos plasmar cada
detalle, la matrícula, los faros o la placa de metal para subir a la cabina. Un
buen trabajo y como siempre entretenido. Obviamente fue un regalo de cumpleaños
para un chico que quedó encantado y sorprendido por la originalidad de sus
amigos para regalarle algo diferente.
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